Sobrecrecimiento bacteriano

El conocimiento de la microbiota humana ha supuesto un gran avance para el tratamiento del Colón Irritable (SII). Pero en muchos pacientes persiste la sintomatología a pesar de haber realizado el tratamiento farmacológico, psicológico y la dieta correcta.

El crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado, en inglés Small intestinal bacterial overgrowth (siboa) se asocia a un amplio abanico de trastornos de la motilidad intestinal, como por ejemplo, la diarrea, el estreñimiento de largo transcurso, la flatulencia, el dolor abdominal y la hinchazón.

El proceso de la digestión de alimentos

La digestión química de los alimentos se inicia en la cavidad bucal mediante la salivación. La saliva contiene la enzima ptialina (amilasa), que actúa sobre los polisacáridos (cadenas de glucosa), como el almidón; continúa en el Estómago, donde se segrega el jugo gástrico, que contiene ácido clorhídrico y pepsinógeno. El ácido clorhídrico (HCl) degrada los tejidos duros de los alimentos, neutraliza muchas bacterias y transforma el pepsinógeno en pepsina, enzima que inicia la digestión de las proteínas.
La masa resultante que radica en el estómago se llama quimo. Este pasa al Duodeno que es la primera parte del Intestino delgado. Es aquí donde intervienen la bilis, procedente del hígado, el jugo pancreático y el jugo intestinal. La bilis emulsiona las grasas y el jugo pancreático, que contiene enzimas como las proteasas, lipasas y amilasas, degrada, respectivamente, las proteínas en aminoácidos, las grasas (lípidos) en ácidos grasos, y el almidón en glucosa.

En el yeyuno y en el íleon, que corresponden a la segunda y tercera parte del intestino delgado respectivamente, se generan jugos intestinales, que también contienen digestivos para asegurar la completa digestión de los alimentos.

El intestino delgado absorbe el agua y los nutrientes desde la luz intestinal hacia el torrente sanguíneo, en diirección al hígado, donde este órgano distribuirá según corresponda los nutrientes absorbidos.

La masa que encontramos en el intestino delgado se denomina quilo y a través de la válvula ileocecal, el contenido intestinal llega al intestino grueso (Colón), donde parte de la materia orgánica es degradada por la microbiota intestinal (conjunto de microorganismos que habitan nuestro intestino, concretamente en el colon, donde se encuentran en mayor cantidad) y, parte de las sustancias resultantes así como gran cantidad del agua son absorbidas, hasta que queda la materia fecal, que será expulsada al exterior.

¿Qué es el SIBO?

El SIBO es el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado. Fruto de este sobrecrecimiento que no debería darse en condiciones normales, se produce una pequeña lesión de las paredes del intestino delgado debido a: generación de productos de desecho, fermentación de azúcares y proteínas, toxinas propias de bacterias y hongos, incluso parásitos, que pueden llegar a comprometer la integridad de este órgano y por tanto su capacidad de absorción.

Cómo se origina?

Las personas con sibo a menudo tienen un cambio en el tipo y la localización de los microorganismos presentes en el intestino delgado. Cuando el número de bacterias en este órgano es más elevado de lo habitual, estas bacterias fermentan los carbohidratos de la dieta (azúcares y fibras fermentables) produciendo gas de hidrógeno. El gas hidrógeno puede actuar, a la vez, como combustible para un cierto tipo de microorganismos llamadas archaeabacteries, que producen gas metano.

La mayor parte de las bacterias que generan gas hidrógeno se encuentran en el colon, conocidas como bifidobacterias, son las responsables de la fermentación de hidratos de carbono y fibras. Por otra parte, las arqueas son los microorganismos responsables de la generación de gas metano.

¿Cuáles son los síntomas del SIBO?

Mientras que los dos tipos de desequilibrios generalmente causan dolor abdominal y distensión, los pacientes con sibo generalmente se dividen en una de tres categorías diferentes; diarrea dominante, estreñimiento dominante o variaciones alternas de ambos. Aún así, los síntomas más comunes del sibo son:

Síntomas intestinales:

distensión abdominal
dolor abdominal
Sentirse lleno rápidamente después de comer
Sensación de náusea
Gases o hinchazón abdominal
Diarrea o estreñimiento
Extra - intestinales:

Fatiga y disminución de la claridad mental, cambios de humor.
Anomalías en la absorción de micronutrientes como: hierro, vitamina B12, vitaminas liposolubles (A, D, E, K) y niveles bajos de ácido fólico debido a un proceso de mala absorción, el cual podría generar, a la larga, malnutrición.
inapetencia
Acné ó Rosácea.

Posibles Causas de SIBO:

Tienen más probabilidades de estar en predisposición de sufrir SIBO:

Género: las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar sibo que los hombres
Edad: la probabilidad de desarrollar sibo aumenta con la edad
Síndrome del Intestino Irritable con predominio de diarrea.
Uso de inhibidores de la bomba de protones, que disminuyen el ácido gástrico.
Uso de narcóticos, que disminuyen la motilidad gastrointestinal.
Anormalidades en el ácido gástrico o bilis.
Historia de uso prolongado de antibióticos.
Cirugías del aparato digestivo


¿Cuáles son las pruebas diagnóstico de SIBO?

La prueba SIBO "Gold Standard" se denomina prueba de aliento de lactulosa o prueba de Hidrógeno espirado con lactulosa (un tipo de fibra alimentaria). Esta requiere una preparación previa: hay que estar en ayunas y cumplir unos requisitos anteriores a la misma, como por ejemplo: no haber estado en tratamiento de antibióticos durante al menos un mes, ni haber tomado probióticos.

Consulte a nuestro equipo y reserve cita para la prueba.